La pintura electrostática es un recubrimiento en polvo de gran resistencia y durabilidad, conformado por una mezcla homogénea de pequeñas partículas de pigmentos, resinas y minerales. Este fino material se adhiere a las superficies a pintar mediante el efecto de la electricidad estática, obteniendo un acabado uniforme y sellado hermético.

Este recubrimiento se aplica con una máquina de pintura en polvo, que mezcla aire con las partículas cargándolas eléctricamente. La pintura electrostática es atraída fuertemente hacia superficie que se encuentra conectada a tierra. Posteriormente, se traslada a un horno de curado que funde las partículas y las adhiere de forma permanente a la superficie dando un acabado perfectamente liso, de alta calidad y durable.

Eficiencia de aplicación (Una capa)

Amigable con el medio ambiente (no requiere de solventes

Resiste mejor los cambios de temperatura

Tiene mayor durabilidad a comparación de cualquier pintura tradicional

Resistencia físico-química muy superior frente a impactos, rayones, dobleces y agentes químicos

Permite un reciclaje mayor al 97% de la pintura que no queda aplicada a la pieza